Con este buen sabor de boca emprendimos el viaje a Plasencia. Todos los equipos del club habían cumplido en su cita con la victoria y ahora nos tocaba al Sénior dar el Do de pecho ante un Plasencia que sabíamos que nos iba a poner las cosas difíciles, muy difíciles.
Esperábamos un juego más previsible con un importante interior como Bayán y el juego de Mario Plata desde el perímetro. La primera sorpresa fue cuando el equipo saltó a calentar y vimos que Vayá no estaba... buf. y ahora? Nando y yo nos pusimos a darle al coco. Sabíamos que iban a salir con cuatro "pequeños" y que el peso del ataque lo iba a llevar Mario, com así fué (33 puntos). Por nuestra parte salimos a contrarestar. Con cuatro exteriores más Andrés.
El primer cuarto empezó bien, mejor de lo esperado. Muy metidos en defensa y bien en ataque. Incluso llegamos a coger un parcial de 2-8, pero llegó la pájara. Pajarraca más bien, ya que no llegamos a levantar cabeza hasta el 4º cuarto. Así que terminamos el primer cuarto con un optimista 16-10. Parecía que estábamos ahí, que podíamos, pero empezó el festival de triples de los locales. Con un Mario en plan Larry Bird, anotando casi todo lo que tiraba desde el perímetro (le faltó tirarse los calcetines) y nosotros obcecados en jugar por dentro, sin tirar de fuera, sin ni tan siquiera amenazar desde el perímetro (1 de 5 en triples). No hacíamos más que darnos de morros con la buena defensa placentina.
Nos costó muchísimo conseguir que los interiores jugasen, ya que en cuanto intentaban atacar la canasta saltaban los 2, e incluso 3, contra 1 dificultando cada intento de conseguir canasta y sin sacar balones fuera. No obstante, corríamos el contraataque y con bastante acierto. Barrena empezó a ejercer como capitán por primera vez en la temporada y tiró del equipo, hasta que los árbitros (rara avis) se lo permitieron. Plasencia se distanciaba y el BCB cada vez bajaba más los brazos. Más cansados impotentes mentalmente que técnica o tácticamente, debido a ciertas decisiones de gente con mucho mucho afán de protagonismo, los cuales parece que están deseando que empiecen los partidos para sentirse realizados, sentirse amos y señores de todas las situaciones. Cuándo aprenderan estos señores que el bueno no es el que sale en la crónica, sino el que parece que no ha estado en el partido. Dos faltas técnicas, una para Puma (que buen debut, que manera de tirar del equipo,... más Puma que nunca!!!) y otra para Barrena hicieron que el equipo terminase de salirse del partido. A partir de ahí el partido se convirtió en un acoso y derribo contínuo (y que conste que no me gusta tener que hablar de esto, pero de lo contrario no se explicarían muchas cosas). Cada contacto en nuestra zona era sancionado, cada movimiento de pies raro era sancionado. Al descanso un triste 40-22. ¿Podríamos reaccionar?
Vestuario, charla, pero... había algo distinto. Esta vez todo eran cabezas gachas, parecía que el equipo ya no iba a poder volver, como intuyendo un nefasto destino.
El tercer cuarto empezó con los mismos protagonistas que el segundo: el dúo.
Plasencia seguía a lo suyo, ensalada de triples con un gran gran trabajo del rebote ofensivo. Hasta tres jugadores iban a por el balón (parecían animales hambrientos). Y la desventaja aumentando. Mario ya llevaba más de veinte puntos, además de Chema Santos (28 puntos) que dirigió muy bien al equipo y también consiguió una buena tanda de triples.
Nosotros con nuestra pajarraca, que esta vez duró más de lo debido y de lo esperado. Al final del tercer cuarto la desventaja ya estaba por encima de los 30 puntos. Ya había poco que hacer.
Lo mejor del partido estaba por comenzar. Llegaba la hora de la humillación. Empezamos el último cuarto, el de la compensación. El equipo se soltó la presión, la pájara, empezó a presionar y a trabajar... para casi nada. El señor de gris empezó a pitar cualquier cosa rara que veía en la zona placentina, como intentando compensar lo incompensable. A partir de ahí, nuestra reacción para intentar maquillar el marcador era contestada con un triple, como durante la mayoría del partido. Humillación. 90-58. Y para casa. Caras bajas en el vestuario.
Otra vez a calentarme la cabeza en el autobús de vuelta a casa. Hay cosas que no entiendo. Hay mucho que reflexionar para salir adelante. Hay que salir adelante. Es cuestión de mentalidad. Estoy seguro. Arriba compañeros! B-C-B!
1 comentario:
Gran análisis Luis, a ver si entre todos sacamos esto adelante, equipo tenemos de sobra, nos falta un lavado de cerebro y volver a empezar. Próxima final, el domingo ante Viera, que viene de perder en casa contra Maimona. Será a vida o muerte para los dos.
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